Durante años, la imagen del gerente o director, que atiende temas estratégicos de la empresa y deja “lo técnico para los técnicos” ha sido muy respetada, pero es urgente terminar con eso.

En la cuenta anual de la Fiscalía Nacional, el tipo de delito que más aumentó en denuncias fue el uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito. Aumentó en un 94%, llegando a 34.359 denuncias en el año.

Es el tipo de denuncia que más creció, más que robos callejeros, hurtos, violencia intrafamiliar, delitos sexuales, etc. Se hace necesaria la reacción de directores, gerentes y de la autoridad, porque este no es un tema que se resuelva diciéndole a los usuarios que elijan claves difíciles o que no pinchen enlaces en correos electrónicos, menos con dibujos de candados en la folletería o página web de la empresa. Se requiere compromiso social, porque los individuos pueden hacer muy poco para protegerse.

Frecuentemente los periodistas me preguntan por consejos para que un “ciudadano de a pie” se proteja contra atacantes electrónicos y la verdad, es que es como darle consejos a un ciclista para trasladarse en una ciudad sin ciclo vías: Hay que mejorar el sistema, no es posible construir una burbuja segura sólo para uno.

Partamos por lo siguiente, esta es una prueba que puede hacer un cliente, gerente o director de cualquier empresa que trabaje con datos sensibles de los usuarios. 

 

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