Es muy fuerte que en Chile sólo el 21% de las Fintech tenga a una mujer como fundadora, mientras que en la región el promedio sea de 40%. Y es peor sabiendo que si no se hace nada, tomaría 136 años cerrar la brecha entre hombres y mujeres.
No se trata sólo de un problema de justicia con las mujeres, sino de un problema de bien común. No tengo un estudio que citar, pero en mi experiencia y la experiencia que he compartido con muchos emprendedores hombres, coincidimos en que es sorprendente la cantidad de aspectos en que las empresas mejoran cuando el ambiente de trabajo se vuelve mixto en todos los niveles.
Al partir Khipu, fuimos 2 fundadores hombres y nuestras primeras 2 contrataciones también eran hombres. A pesar de las apariencias, estábamos muy lejos de ser un grupo machista, porque los 4 fuimos educados en ambientes progresistas y, además, estábamos casados con mujeres de muy alto perfil profesional, lo que se traducía en apoyo intelectual y en tranquilidad económica, para poder correr el riesgo de semejante aventura. Bromeábamos con ser unos mantenidos, que podían darse el gusto de jugar al empresario.

 

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